En los últimos meses, el subsidio a la tasa de créditos hipotecarios ha comenzado a mostrar efectos concretos en el mercado inmobiliario chileno. Diseñado para facilitar el acceso a la vivienda y aliviar el peso financiero de las familias, el programa ha dinamizado las ventas y reducido el stock acumulado, especialmente en el segmento de propiedades bajo las 4.000 UF.

Aumento de ventas: cifras claras

Según los últimos reportes, durante el segundo trimestre de 2025 se vendieron más de 6.300 viviendas nuevas en la Región Metropolitana, un aumento del 30% respecto al trimestre anterior. El efecto ha sido aún más notorio en el segmento de hasta 4.000 UF —donde se concentra el beneficio del subsidio— con un crecimiento cercano al 38% en comparación al primer trimestre del año.

Este repunte no solo refleja la efectividad del subsidio en estimular la demanda, sino que también ha contribuido a generar mayor confianza entre compradores que estaban postergando decisiones de inversión.

Mayor dinamismo en el mercado

El incremento en las ventas ha traído consigo un renovado dinamismo en salas de venta y en la actividad de las inmobiliarias. La reducción en los tiempos de decisión y la alta tasa de aprobación de solicitudes (cercana al 97%) evidencian que el subsidio ha sido bien recibido por las familias y que está cumpliendo su objetivo central: acelerar la colocación de viviendas.

Reducción del stock en viviendas bajo 4.000 UF

Uno de los principales efectos positivos ha sido la disminución del stock acumulado en el tramo de viviendas de menor valor. En un mercado donde las unidades disponibles superaban ampliamente la capacidad de absorción, el subsidio ha permitido reducir este exceso, despejando parte de la sobreoferta que se había generado en los últimos años.

El desafío y la oportunidad: los precios

No obstante, el éxito del programa también plantea desafíos hacia adelante. Diversos expertos han advertido que, al estimular fuertemente la demanda sin un crecimiento paralelo en la oferta, podrían generarse presiones al alza en los precios de las viviendas. Si bien en el corto plazo el objetivo de mover el stock se ha cumplido, el riesgo es que, hacia 2026, las familias enfrenten mayores valores al intentar acceder a nuevas unidades.

Al mismo tiempo, este escenario abre una oportunidad para los inversionistas. Un alza en los precios futuros significaría valorización de las propiedades adquiridas hoy, transformando la actual coyuntura en un momento atractivo para quienes buscan invertir en bienes raíces.

El subsidio a la tasa hipotecaria ha logrado dinamizar el mercado, incrementar las ventas y reducir de forma significativa el stock en viviendas bajo 4.000 UF. Sin embargo, su sostenibilidad como herramienta dependerá de cómo evolucione el equilibrio entre demanda y oferta. Mientras no aumente la disponibilidad de nuevas viviendas, el beneficio actual podría transformarse en un alza de precios en el mediano plazo, lo que, aunque representa un desafío para las familias, constituye al mismo tiempo una interesante oportunidad para los inversionistas inmobiliarios.

Escrito por Pablo Orus